¿Sabías que fumar no solo es perjudicial para la salud humana, sino que también tiene un impacto negativo en el medio ambiente?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló recientemente una información sobre la medida en que el tabaco daña tanto el medio ambiente como a la salud humana, e hizo un llamamiento para adoptar medidas que permitan exigir a la industria un mayor grado de responsabilidad por la destrucción que está causando.

Cada año, esta industria cuesta al mundo más de:

  • 000 hectáreas de tierras arrasadas por el cultivo y curado del tabaco.
  • 600 millones de árboles
  • 000 millones de toneladas de agua (3,7 litros de agua se utilizan para fabricar 1 solo cigarrillo)
  • 84 millones de toneladas de emisiones de CO2.
  • 8 millones de vidas por el consumo de tabaco.
  • 000 productos químicos lixivian en los suelos (10 años demora una colilla en degradarse)

En el informe de la OMS titulado Tobacco: Poisoning our planet se destaca que la huella de carbono de la industria derivada de la producción, el procesamiento y el transporte del tabaco es equivalente a una quinta parte del CO2 producido por la industria de las aerolíneas comerciales cada año, lo que contribuye aún más al calentamiento mundial.

Según el mismo informe, alrededor del 40% de los residuos recolectados desde 1980 a la actualidad son colillas de cigarrillos, lo que quiere decir que son los que más se generan en el mundo. Se calcula que los fumadores desechan entre 4,5 y 5,6 billones por año. La división por día da un estimado de 18 mil millones de colillas cada 24 horas. Lo más alarmante es que tomamos como natural el hecho de fumar un cigarrillo y tirarlo al suelo, hábito que se tiene que corregir más temprano que tarde.

Las colillas de cigarrillos, que son desechadas sin consideración, se convierten en una fuente importante de contaminación. Estas pequeñas porciones de tabaco y papel contienen sustancias tóxicas como el plomo, el arsénico y el cadmio, que pueden contaminar el agua y el suelo.

Al entrar en contacto con el agua, una sola colilla puede contaminar entre ¡40 y 1000 litros! Una estadística para nada alentadora que tiene resultados nefastos para los animales que viven o que entran en contacto con ella.

Para el suelo, se convierten en una suerte de pesticida. Liberan sustancias tóxicas que acaban alterando el pH y su composición, afectando e impidiendo la vida de microorganismos, insectos y animales que resultan esenciales para enriquecer la tierra, tras descomponer la materia orgánica o entablar relaciones simbióticas con las plantas.

Al aire se libera monóxido de carbono y otros gases que contribuyen a la acumulación de GEI (Gases de Efecto Invernadero), como también sustancias tóxicas para los seres vivos como el arsénico y el cobalto.

Y la lista podría seguir, porque las consecuencias son muchas. Para reducir estos efectos nocivos, es importante adoptar prácticas responsables. Los fumadores deben asegurarse de apagar completamente las colillas y depositarlas en contenedores adecuados. ¿Sabías que con un tratamiento especial, pueden transformarse en ecoladrillos?

La colaboración de la comunidad es crucial para minimizar el impacto negativo del tabaquismo en el medio ambiente. Al ser más conscientes de nuestros hábitos y tomar medidas para reducir el daño, podemos contribuir a un futuro más saludable tanto para nosotros como para el planeta.