¿Cuándo fue que a las personas dejó de importarnos de dónde vienen los alimentos que nos llevamos a la boca? ¿Quiénes los producen? ¿De qué manera? ¿Qué impactos sociales y ambientales generan?
Afortunadamente los términos “orgánico” y “agroecológico” se fueron instalado en nuestro vocabulario los últimos años y resuenan tanto en boca de agricultores como de consumidores. El interés por consumir estos alimentos creció de manera significativa y esta tendencia no es una moda pasajera, sino una respuesta a la necesidad de adoptar prácticas más sostenibles y saludables. Compartimos 7 razones para incorporarlos a tu dieta, ¡animate!
- Mejorás tu salud
Una de las principales razones para optar por productos orgánicos es su impacto positivo en tu salud. Los alimentos orgánicos se cultivan sin el uso de pesticidas sintéticos, herbicidas ni fertilizantes químicos, lo que reduce su exposición a sustancias tóxicas. Además, los productos orgánicos suelen ser más frescos, sabrosos y nutritivos, ya que son cultivados en su temporada natural y no requieren conservantes artificiales.
- Contribuís al cuidado del planeta
Si elegís productos orgánicos estás apoyando prácticas agrícolas que son menos dañinas para el ambiente y que ayudan a mitigar el cambio climático. Promueven la biodiversidad, mejoran la salud del suelo y reducen la contaminación del agua. La agricultura convencional, por otro lado, a menudo implica prácticas que degradan el medio ambiente, como el monocultivo y el uso intensivo de agroquímicos.
- Apoyás a la economía local
Al optar por productos orgánicos y agroecológicos vas a apoyar a pequeños agricultores locales y a las comunidades rurales. Estos productos son cultivados con métodos sostenibles y al consumir localmente, colaborás además, a reducir la huella de carbono asociada al transporte de alimentos.
- Favorecés el bienestar animal
Este tipo de producción también se preocupa por el bienestar animal. Los estándares de producción orgánica suelen incluir mejores condiciones para los animales, permitiéndoles vivir en un entorno más natural y libre de estrés. Esto no solo es un aspecto ético importante, sino que también se traduce en productos de mayor calidad.
- Fomentás la biodiversidad
La agricultura convencional a menudo promueve la homogeneidad de cultivos, lo que puede llevar a la pérdida de biodiversidad. En contraste, este tipo de producción fomenta la diversidad de especies, tanto en cultivos como en fauna. Esto no solo es beneficioso para el ambiente, también contribuye a la resiliencia de los sistemas agrícolas frente a plagas y enfermedades.
- Conectás con tu alimentación
Consumiendo estos productos vas a ser más consciente de tu dieta, del origen de los alimentos y de cómo impactan tus elecciones alimentarias en vos y en el planeta. También favorece un mayor aprecio por la comida y te alienta a incorporar hábitos alimentarios más saludables.
- Reducís la huella de carbono
Los métodos de producción orgánica tienden a ser menos intensivos en energía por lo que generan menos emisiones de gases de efecto invernadero. Al elegir productos orgánicos, contribuís a la reducción de la huella de carbono asociada con la producción y el transporte de alimentos.
Consumir productos orgánicos o agroecológicos es una decisión que va más allá de la simple elección de alimentos. Implica un compromiso con tu salud, el bienestar del planeta y el apoyo a prácticas agrícolas sostenibles y éticas.
Si optás por estos productos no solo vas a mejor tu calidad de vida, además contribuirás a un futuro más sostenible y justo para todos.