El agua es un recurso vital para toda forma de vida en la Tierra. Sin embargo, a pesar de su importancia, el acceso al agua potable se convirtió en un desafío global. El agua es un recurso no renovable y muy escaso.
La contaminación, el cambio climático y el crecimiento de la población están poniendo una presión sin precedentes sobre este recurso esencial. Es por esto que cuidar el agua no es solo una responsabilidad de los gobiernos o de las organizaciones, sino de cada uno de nosotros. En esta nota, exploramos por qué es crucial proteger el agua y cómo podemos hacerlo.
¿Por qué es tan importante cuidar el agua?
El agua es fundamental para la supervivencia de todos los seres vivos. No solo es necesaria para beber, sino que también es esencial para la agricultura, la industria y la generación de energía. Además, los ecosistemas acuáticos, como ríos, lagos y océanos, son el hogar de una biodiversidad invaluable que contribuye a la salud del planeta.
Si bien el 70% de la superficie del planeta está cubierta por agua, sólo el 3% es dulce. ¿Cómo se distribuye el agua dulce? El 70% se encuentra congelada en los glaciares, 29% en la humedad del suelo o en acuíferos y el 1% en ríos y arroyos; pero sólo el 0,025% del agua existente es potable. Esa cantidad se reduce progresivamente año tras año debido a la contaminación, lo que significa que el acceso al agua es limitado y debe ser gestionada de manera sostenible. Se prevé que la demanda mundial se va a incrementar en un 55% para 2050 respecto al año 2000.
La crisis del agua
La crisis del agua es un problema que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según las Naciones Unidas, más de 2.2 mil millones de personas no tienen acceso a agua potable y segura. Esta situación no solo afecta la salud y el bienestar de las comunidades, sino que también tiene un impacto en la educación, la economía y la igualdad de género.
La contaminación del agua es otro factor crítico. Los desechos industriales, los productos químicos agrícolas y el plástico están contaminando ríos, lagos y océanos, lo que pone en peligro la vida acuática y la salud humana. Además, el cambio climático está alterando los patrones de las precipitaciones y aumentando la frecuencia de sequías e inundaciones, lo que agrava aún más la crisis del agua.
¿Cómo podemos cuidar el agua?
Usar solo lo necesario evitando el derroche, es tarea de todos. Pequeños cambios en nuestros hábitos hacen una diferencia significativa. Compartimos 5 tips para que te sumes al desafío:
- Revisar y reparar las pérdidas: las fugas en canillas y tuberías pueden desperdiciar miles de litros de agua al año.
- Tomar duchas más cortas: reducir el tiempo de las duchas puede ahorrar una cantidad significativa de agua.
- No dejar correr el agua: cerrá la canilla mientras te cepillas los dientes o lavas los platos.
- No usar la manguera: reemplazarla por el uso del balde para limpiar la vereda y patios; y lavar autos, motos y bicicletas evita se desperdicie gran cantidad de litros de agua.
- Regar en las horas adecuadas: regá tus plantas temprano por la mañana o al atardecer para minimizar la evaporación..
La suma de nuestros esfuerzos es clave para revertir la crisis del agua. Juntos podemos enfrentar este desafío y garantizar que las generaciones futuras tengan acceso a agua limpia y segura.
¡Sé parte del cambio!