La urgencia de acelerar el desarrollo de las energías renovables es innegable en el contexto actual de crisis climática y desigualdad energética. Las energías renovables son fuentes limpias e inagotables que no generan gases de efecto invernadero, cruciales para mitigar el cambio climático y sus efectos devastadores.

Con el aumento de las temperaturas globales y la necesidad de limitar el calentamiento a 1,5 grados Celsius, es imperativo que los países transiten hacia un sistema energético sostenible.

Además, alrededor de 775 millones de personas carecen de acceso a electricidad, lo que subraya la necesidad de implementar soluciones energéticas renovables que sean accesibles y viables.

La comunidad internacional ha respaldado este cambio a través del Acuerdo de París, que establece metas ambiciosas para triplicar la cuota de energías renovables en la generación eléctrica global para 2030.

El impulso hacia las energías limpias no solo aborda problemas ambientales, sino que también promete beneficios económicos significativos, como la creación de empleos en sectores emergentes.

Acelerar su desarrollo es esencial no solo para cumplir con los compromisos climáticos, sino también para garantizar un futuro energético equitativo y sostenible.

¿Qué tecnologías renovables están liderando el crecimiento en la generación eléctrica?

El crecimiento en la generación eléctrica a partir de energías renovables está liderado principalmente por la energía solar y la eólica. En 2022, la capacidad solar fotovoltaica aumentó en 191 GW, lo que representa un incremento del 22%, mientras que la energía eólica creció en 75 GW, un aumento del 9%.

Juntas, estas tecnologías constituyen aproximadamente el 90% de la nueva capacidad instalada de energías renovables.

Además, la energía hidroeléctrica, aunque sigue siendo la mayor fuente de generación renovable con 1.250 GW, mostró un crecimiento más modesto de solo 21 GW.

Las innovaciones en paneles solares, como los bifaciales y aquellos basados ​​en perovskita, están mejorando significativamente la eficiencia y reduciendo costos.

Por otro lado, la energía eólica marina también está ganando terreno, con un crecimiento notable en proyectos flotantes que permiten aprovechar áreas más profundas del océano.

Finalmente, tecnologías emergentes como las baterías de flujo de sodio y la bioenergía avanzada están comenzando a jugar un papel crucial en el almacenamiento y generación de energía, ampliando así el potencial del sector renovable.